Conjunto Orquestal Académico de Madrid ha incluido en su próximo programa el Danzón número 2 del mejicano Arturo Márquez Navarro (Sonora, 1950).
Márquez entró en contacto con la música escuchando y dirigiendo casi intuitivamente piezas de salón para banda. Estudió diversos instrumentos, composición y música electroacústica en su país, París y Estados Unidos, ingresó en el prestigioso centro de investigación y documentación musical de Ciudad de Méjico (CENIDIM), y concilió la tradición culta y corrientes populares como el jazz y diversos ritmos latinoamericanos.
Música popular y movimientos populares
Fue al entrar en el grupo Mandinga cuando, sin abandonar los caminos que había emprendido, se reencontró con la música de salón, con los sones tradicionales de Méjico y, a la vez, con los movimientos sociales que agitaban a sus compatriotas.
Y así, por encargo de la OFUNAM, Orquesta Filarmónica de la Universidad de Méjico, nació el Danzón n. 2, dedicado a su hija Lily Márquez.
El Danzón n. 2 expresa el respeto de Márquez por la música popular
Márquez entró en su madurez musical con esta obra sinfónica escrita a principios de 1994, durante el levantamiento zapatista del Comandante Marcos en Chiapas. Con ella quiso expresar su preocupación por la justicia, y su respeto por la nostalgia y la fuerza de la música popular.
El compositor se inspiró escuchando a los intérpretes de Veracruz y a los grupos danzoneros de Ciudad de Méjico, además de las viejas grabaciones del cubano Acerina.
El danzón, rítmico, apasionado y emotivo, surgió en Cuba
El danzón, rítmico, apasionado y emotivo, armoniza estructuras africanas y formas orquestales europeas y se destina al baile por parejas. Lo caracterizan la sucesión de estribillos y solos instrumentales, y la alternancia de patrones simétricos -cinquillos y tresillos- desfasados para crear ritmos contrastantes y sincopados.
Surgió en Cuba a finales del siglo XIX y llegó por el puerto de Veracruz a Méjico, donde arraigó con fuerza. Se originó a partir de una forma de baile, la danza, derivada a su vez de la antigua contradanza y la habanera.
El danzón en anuncios comerciales y películas
El danzón se ha usado en anuncios comerciales de distintos países y en las bandas sonoras de algunas películas mejicanas: Danzón (M. Novaro, 1991) o Arráncame la vida (Roberto Sneider, 2008) y programas televisivos como la versión española de MasterChef.
El danzón y la música culta
Hace mucho que este baile sensual y evocador se instaló en los auditorios de música culta, y podemos encontrar sus ecos en Rossini, Schubert, Verdi o Debussy. Pero merece la pena escuchar el Danzón cubano de Aaron Copland (1942-1944), y comparar su fría corrección con el fuego del Danzón n. 2 de Márquez, para comprender por qué la obra del mejicano se ha convertirlo para Méjico en un himno nacional paralelo.
Dudamel y Márquez
Hasta ahora Arturo Márquez ha publicado nueve danzones, el último dedicado al gran director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, cuyas interpretaciones del Danzón n. 2 se han convertido en una referencia obligada y han contribuido a popularizar esta obra en todo el mundo.
Pingback: Érase una vez... danzas de libertad Danzas de libertad