Nuestra compañera Andrea Borrallo (flautista de orquesta COAM) nos escribe unas palabras sobre la marcha de El cascanueces de Piotr Ilich Tchaikovsky.
….y entonces comenzará la magia
Fuera está muy oscuro y hace mucho frío pero aquí dentro se está calentito y hay luces de colores que brillan por todos lados. Huele a las galletas de jengibre que acaban de sacar del horno. Entre campana y campana se escucha alguna que otra risa infantil y en medio del alboroto se adivinan unos nervios propios de momentos como este. Detrás de las cortinas, nuestros protagonistas se colocan en fila. Ante ustedes: la corte del Hada de Azúcar preparada para salir a escena en cuanto Clara y su familia cierren los ojos.
El primero a la izquierda: el soldadito cascanueces, seguido por el arlequín, el búho reloj, los ratones con su rey, los conejos tambores, el príncipe, los doce pajes y todo el resto de personajes que no pueden contenerse la emoción de ver a Clara. Sólo hay que esperar a que se terminen la cena y entonces comenzará la magia.
Un encargo de la Ópera Imperial de San Petersburgo
No sabemos si esto es exactamente lo que Tchaikovsky tenía en la cabeza al ponerle música a la adaptación de Alejandro Dumas del cuento de E.T.A. Hoffmann El cascanueces y el rey de los ratones, que le habían encargado desde la Ópera Imperial de San Petersburgo en 1891. Un año después y antes de terminar la composición completa de la obra, decidió estrenar una selección de extractos del ballet que finalmente conformarían la más que conocida y tradicionalmente navideña Suite El cascanueces op.71a.
Vemos a los instrumentos dar vida a los diferentes personajes del cuento. Escuchamos al Hada de azúcar (celesta), jugar con la corte (el resto de la orquesta), a través de melodías y armonías mágicas.
En esta ocasión, interpretaremos el segundo de los extractos escogidos para la suite, la marcha del primer acto. Aquí os dejamos una grabación de la misma para ir entrando en tono.
Andrea Borrallo Nieto, diciembre 2023