Resumen del primer concierto COAM.
Dicen que los comienzos siempre son ilusionantes o, por lo menos, las personas lo solemos ver así. Nos volcamos en solucionar problemas que van apareciendo, trabajamos en grupo, pensamos en común y llegamos a conclusiones. Pues bien, ayer, 21 de junio de 2021, debutó en concierto el Conjunto Orquestal Académico de Madrid (COAM) y lo hizo en un marco incomparable: el Templo de Debod. Ya os podemos decir desde aquí que el término ilusión se queda corto.
Dicen, también, que debemos tener una visión a largo plazo, pero nos vais a permitir que también podamos disfrutar recordando nuestro concierto de ayer. El lugar: incomparable. La compañía: la mejor. El proyecto: ilusionante. El resultado: muy, muy bueno.
Debut en Debod
Llegar al Templo de Debod, ese sitio junto al que podemos ver algunos de los mejores atardeceres de Madrid, y ver un escenario en el que vas a mostrar el trabajo duro de varios ensayos al gran público motiva desde el principio. Ver las caras de tus compañeras y tus compañeros, sentir que están ahí porque confían en hacer música todos juntos, tocar las primeras notas ya en el escenario -haya o no inconvenientes atmosféricos- realizar pruebas de sonido, notar el frío, los nervios, detalles de última hora…
Todo ello crea un clima de confianza, de complicidad, de expectación, que se resuelve cuando la música empieza a sonar.
O mio Babbino caro con Raquel del Pino
Esa entrada de nuestro director ayer, Alfonso Hidalgo, dando paso a las primeras notas de O mio babbino caro, la pieza que interpretamos junto a la soprano Raquel del Pino, dieron el pistoletazo de salida al concierto. Qué placer poder subir de nuevo a un escenario con amigos para hacer música juntos.
Raquel del Pino y Javier Herguera
Y qué decir de Raquel, que con su voz y su simpatía en el escenario, junto a Javier Herguera al piano, hicieron que el público no perdiera detalle en ningún momento de lo que era importante ayer: la música. No hay que olvidar que ayer celebrábamos el día europeo de la música, y Raquel y Javier supieron en todo momento transportarnos por las diferentes piezas y los diferentes estilos. Merecida, sin duda, fue la ovación que recibieron.
Llegó el momento de la Orquesta COAM
«La lista de Schindler»
Después de escuchar y disfrutar con Raquel y Javier llegó el momento de la Orquesta COAM. Qué mejor obra para comenzar que Tres piezas de La Lista de Schindler, de John Williams, con Juan Muñoz -nuestro concertino- al frente. No nos cansaremos nunca de escuchar tocar a Juan esta obra que ya ha hecho suya. Esos diálogos del violín con la orquesta, con la sección de las maderas, el solo íntimo que realiza junto al arpa de Noemí Hilario hacen que, siendo como es una pieza dramática, tengamos esperanza en el día de mañana.
Pavana de Fauré y el Oboe de Gabriel
Tras estos momentos de introspección y esperanza pasamos a interpretar a Fauré con su Pavana. La orquesta empezaba a despertar, cada sección no acompañaba, sino que se iba relacionando con las otras con fluidez y tranquilidad. La sección de viento madera guiaba y las demás queríamos corresponderles. Esto lo pudimos observar también en El Oboe de Gabriel, fabulosa composición del maestro Morricone, perfectamente interpretado por nuestra oboísta Elia Herrero. De Morricone pasamos a los Beatles, donde nuestra solista de violoncellos, Andrea Bernal, nos llevó en volandas mientras el cielo de Madrid anochecía. Qué maravilla.
La conquista del paraíso y los piratas del Caribe
Nos quedaban dos piezas y sentíamos que no queríamos que esto terminara. La conquista del paraíso, de Vangelis, fue la penúltima pieza que interpretamos, una que casi no merece presentación. A la ya poderosa sección de cuerda se unieron maderas, metales y la percusión en todo su esplendor. Cuando estás subido a un escenario y te sientes tan arropado por las diferentes secciones sabes que todo va a ir bien, que todo va a funcionar. Llegábamos crecidos a la última pieza del repertorio, esa por la que hasta vino gente a propósito: Piratas del Caribe, de Klaus Badelt. No diremos nada, no comentaremos nada de ella, salvo decir que la tuvimos que repetir por la aclamación popular. El público en pie nos pidió un bis, y, como no estaba previsto se armó revuelo en el escenario. Repetimos desde el compás 181 y todos nos llevamos un buen sabor de boca: el público y la orquesta.
Sin público no tendríamos mucho sentido
Es importante recordar las palabras de nuestro director ayer, Alfonso, y es que sin público la orquesta, los músicos, no tendríamos mucho sentido, o no tanto como lo tenemos. Esa comunión que vivimos anoche quedará para siempre en nuestras mentes.
En esta vida hay que ser agradecidos
Creemos que en esta vida hay que ser agradecidos y no debemos dejar pasar la ocasión de hacerlo. Empezaremos por dar las gracias a las personas que nos han dado la oportunidad de estar ahí: Loreto, Amparo, Ana. Ellas han creído en un proyecto que nosotros sabíamos que era bueno, pero que era nuevo y podía generar algún tipo de dudas. Queremos agradecer a todas las personas de sonido y producción por la atención que nos prestaron en todo momento. También queremos dar las gracias a todas las personas que abarrotaron las sillas y todas las personas que se quedaron alrededor.
Por último y no por ello menos importante a todos y cada uno de los miembros de COAM por la ilusión, por el saber estar en los ensayos, por el entusiasmo, por las ganas mostradas desde el primer día, por creer en el proyecto y apoyarlo, por los ensayos al aire libre ante las inclemencias meteorológicas… Esto es tan vuestro como nuestro, y esperamos que no haya sido más que el primero de una larga trayectoria de conciertos a vuestro lado. Sois geniales.
Para terminar, gracias a los miembros fundadores de la asociación, a todos y cada uno de ellos, por vuestra dedicación a tiempo prácticamente completo a crear y construir desde la nada un proyecto ilusionante. Debutó COAM en el día europeo de la música.
¡Te invitamos a que visites nuestro canal Youtube para ver algunos fragmentos del concierto de ayer!